Continuando con nuestro Blog, esta vez tenemos la biografia de un notable trader, que empezo desde muy joven, y paso a paso desarrollo las habilidades necesaria para incursionar en el apasionante mundo de la inversion en el mercado bursatil.
Nacido en Massachusetts, en el año 1887 e hijo de una familia granjera Livermore se mudó en plena adolescencia a Boston donde con solo 14 años empezó a trabajar como “Board Boy” (Algo así como anotador), su tarea consistía en actualizar el precio de los bonos y acciones en una pizarra. Este trabajo permitió a Livermore darse cuenta que los precios seguían ciertos patrones y comportamientos, entonces intentó batir al mercado.
En ese entonces el joven Livermore no disponía de suficiente dinero para comprar
acciones, pero supo aprovechar la hora del almuerzo para acercarse a las
“bucket shops” (Algo así como las casas de apuestas de aquel entonces) y
apostar los pequeños ahorros que poseia a favor de los precios de acciones y materias primas. ¿Te imaginas
cuanto fue capaz de ganar?. Pues con solo 15 años de edad Jesse había
acumulado 1000$ de la época, más de 30000$ actuales.
El joven
Livermore se dedicó a tiempo completo al trading y tales fueron sus ganancias
que le fue prohibida la entrada en las Bucket-shops de todo
Boston. Delante de este impedimento Livermore se mudó a la costa oeste de
estados unidos donde logró incrementar su cuenta hasta los 50.000$ (¡más
de 1 millón de los dólares actuales!), no fue algo fácil, tuvo que
usar nombres falsos y disfraces para poder seguir apostando en la zona
Oeste.
A sus 20 años Livermore decidió irse a Nueva
York, donde empezó su carrera como uno de los mejores operadores de bolsa de
todos los tiempos. Livermore se caracterizaba por tener en cuenta siempre
el movimiento del precio y conocer bien los patrones que este seguía, hay que
tener en cuenta que por aquel entonces no existian los gráficos de los que
disponemos hoy en dia y que Jesse lo hacía todo anotando solamente el precio en
una libreta. En 1906 cometió un error
muy común en esta profesión, dejó de lado su libreta e hizo caso de un consejo ajeno olvidando su propio
sistema de trading.
Siguiendo el
consejo Jesse se puso a vender Union Pacífic de una forma abrumadora y el valor
no paró de subir en su contra, en
este momento aprendió la importantísima lección de no hacer nunca caso de consejos ajenos. Cuando la situación
era límite hubo el terremoto de San Francisco y el valor de Union Pacífic se
desplomó, esto salvó la situación y además incrementó su cuenta en varios
cientos de miles de dólares, de todos modos Jesse había aprendido una gran
lección.
A partir de
este momento Livermore no paró de acumular
ganancias y de llevar un estilo de vida lujoso y sobretodo
extravagante. Para que te hagas una idea compró un yate de más de 60 metros de eslora, salió con mujeres
famosas y actrices de la época, era conocido por sus fiestas y tenía
propiedades inmobiliarias en varios países, despilfarrando sus ganancias y gran error de algunos traders. Pero en el
trading no solo se trata de ganar dinero, sino de saber mantenerlo y gestionarlo, en 1913 la firma de corretaje
“Murray Mitchel and Company” cerró, dejando sin su dinero a varios traders e
inversores.
En 1913 el
joven Livermore y otros traders estaban en la ruina por la quiebra de su firma
de corretaje. Lejos de rendirse siguió su camino y logró algo de dinero para
volver a invertir, en 1917 recuperó su fortuna y decidió devolver la parte
proporcional a los otros traders que como él lo habían perdido todo.
Cabe decir
que la operativa de Livermore terminó siendo muy agresiva y especulativa en toda regla, una de sus técnicas más
conocidas se basaba en comprar a un buena precio, esperar hasta que el precio
subiera lo suficiente como para considerar que era un buen momento para vender y entonces llamaba a periodistas del New
York Times y otros diarios influyentes a quien les comentaba que comprar dicha
acción era una gran oportunidad. Los días siguientes, en plena euforia
compradora Livermore vendía todas sus acciones al eufórico
público y se aseguraba un precio perfecto para salir del mercado.
Livermore se
arruinó por completo un par de veces más, entre ellas una donde especuló con el
precio del café durante la primera guerra mundial, pronosticó una gran subida e
hizo millones de dólares, pero el
gobierno de estados unidos invalidó
los contratos alegando que se estaba aprovechando de los tiempos de guerra,
otra vez, perdió su fortuna.
Finalmente,
después del crack del 29 la comisión
de valores americana (SEC) decidió invalidar y declarar como ilegales muchas de
las técnicas que usaba Livermore, como:
- Uso de información privilegiada.
- Ocultar posiciones del mercado.
- Control de la información incorrecta, engañosa o manipulada para evitar su publicación.
- Arrinconar acciones hacia precios donde pudiera estrangular tanto la oferta como la demanda de dicha acción.
Como ves,
Jesse fue uno de los mejores traders en su momento, pero la pésima gestión de su dinero le llevó a arruinarse en 3
ocasiones. Livermore era un excelente
trader, pero un pésimo gestor monetario.
La historia
de Jesse no tiene un final muy feliz, después de publicar un par de libros
acerca de su forma de operar, en 1940 se
suicidó dejando una herencia de menos de 10.000$.
Creo que
este hombre nos demostró que ganar en bolsa es algo factible, incluso puede
llegar a ser fácil y monótono si encuentras tu estilo, pero incluso llegados a
este punto de dominio absoluto del mercado, gestionar bien nuestro dinero es
de vital importancia y debemos tenerlo siempre muy en cuenta.
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